Biodiversidad

La biodiversidad es el término con el que se denomina a la riqueza biológica de una determinada zona. Entre sus componentes se encuentran la cantidad y abundancia de especie, subespecies y razas, la variedad de hábitats, ecosistemas y paisajes o la información genética.

Todos ellos se combinan para regular el clima, producir y mantener el suelo, los bosques y los pastizales, equilibrar los componentes de la atmósfera, mantener los ciclos del agua y el carbono, y generar una inmensa productividad en las zonas costeras. Estos procesos son la base de la vida en la Tierra tal como la conocemos hoy en día.

La evolución de los seres vivos del planeta ha generado un sinfín de modelos y adaptaciones para poder sobrevivir en su medio ambiente. Cientos, miles o millones de años ha costado a muchas especies, subespecies y variedades genéticas llegar a un cromatismo y estructura determinados, dando lugar a la actual diversidad de vidas o biodiversidad. Cada una de estas expresiones naturales contiene miles de genes repletos de información sobre cómo ha superado el reto de sobrevivir en un ecosistema cambiante.

La biodiversidad no radica solamente en el número de animales y plantas en sus distintas formas; abarca también sus interrelaciones y proporciones, que deben ser las adecuadas. No es, por tanto, una cuestión de cantidad, sino de calidad. La diversidad biológica necesita de todos sus componentes en la dosis apropiada.

El ser humano se ha fijado siempre en la naturaleza para copiar sus tácticas y adaptaciones y aplicarlas a su tecnología. El sistema de ecolocación de murciélagos y cetáceos ha sido la base para la "invención" del sonar; las propiedades de las plantas medicinales son fundamentales en la farmacología moderna; los sistemas de termorregulación de muchos animales han servido como guía en la búsqueda de soluciones y sistemas de aprovechamiento de energía…

Anualmente se extinguen miles de especies animales y vegetales, así como un número desconocido de subespecies, poblaciones y variedades genéticas. Con ellos perdemos para siempre miles de años de conocimiento y privamos a las generaciones futuras de recursos naturales que son fundamentales para su bienestar y supervivencia.

La necesidad de mantener un ecosistema diverso y proteger los demás seres vivos de este planeta va más allá de razones meramente "románticas". Su finalidad es la de asegurar que cada ecosistema dispondrá en el futuro de los medios necesarios para hacer frente a las eventualidades que se le presenten y asegurar así su supervivencia.

En la actualidad, nuestra biodiversidad global se encuentra bajo una gran amenaza. Alrededor de todo el mundo, a medida que se extiende el desarrollo industrial, los hábitats se fragmentan, destrozan, sobreexplotan, irradian y envenenan. Los residuos tóxicos, son enterrados en hábitats donde viven especies en situaciones críticas y el petróleo impregna inmensas extensiones de ecosistemas terrestres y acuáticos.

Todas las especies desempeñan un papel dentro de los ecosistemas. Juntos, mantienen los procesos ecológicos vitales en la Tierra, como el aire que respiramos, el agua que bebemos y los alimentos que consumimos. Otras causas que también han contribuido a la crisis de la biodiversidad incluyen; la recolección y explotación abusiva de fauna y flora, la introducción de especies en áreas donde no se dan de manera natural y la contaminación. Además, como resultado de la utilización de combustibles fósiles, empezamos a percibir los cambios climáticos que serán, en un futuro muy próximo, una de las causas de extinción de especies.

 
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